Sabes que en tal restaurante
encontrarás o no mesa, que si entras en aquella tienda tendrán aquello que
buscas, o al contrario, ya antes de entrar intuyes que vas a perder el tiempo.
En un momento verás que puedes
recordar innumerables instantes de sabiduría interior a lo largo del día... (Te
animo a hacer este ejercicio ahora)
Ocurre en tu mente un avance
en el tiempo. Y lo que vivirás a continuación, si “acertaste”, sólo es una
corroboración íntima.
Potenciar esa cualidad humana
es sencillo:
Además de vivirla sutilmente
de dentro a fuera, cuando tengas esa sensación en que tu voz interior te está
diciendo: “vamos, es que lo sé seguro que
va a ir a así...”, aprovecha para contemplarte desde fuera a dentro.
Algo así como si salieras de
tu cuerpo y te mirases a ti mismo desde un metro por encima. Es un juego de
percepciones, que al situarnos en un ángulo distinto, nos ayuda a darle
protagonismo a nuestro jefe interior.
Sólo cabe tener una observación
humilde para no errar o interferir.
El resto es apostar por la
experiencia.
Ignasi Montoliu
No hay comentarios:
Publicar un comentario