14 de diciembre de 2014

La intuición.

Hay ocasiones en que uno sabe...
Sabes que en tal restaurante encontrarás o no mesa, que si entras en aquella tienda tendrán aquello que buscas, o al contrario, ya antes de entrar intuyes que vas a perder el tiempo.
En un momento verás que puedes recordar innumerables instantes de sabiduría interior a lo largo del día... (Te animo a hacer este ejercicio ahora)
Ocurre en tu mente un avance en el tiempo. Y lo que vivirás a continuación, si “acertaste”, sólo es una corroboración íntima.
Potenciar esa cualidad humana es sencillo:
Además de vivirla sutilmente de dentro a fuera, cuando tengas esa sensación en que tu voz interior te está diciendo: “vamos, es que lo sé seguro que va a ir a así...”, aprovecha para contemplarte desde fuera a dentro.
Algo así como si salieras de tu cuerpo y te mirases a ti mismo desde un metro por encima. Es un juego de percepciones, que al situarnos en un ángulo distinto, nos ayuda a darle protagonismo a nuestro jefe interior.
Sólo cabe tener una observación humilde para no errar o interferir.
El resto es apostar por la experiencia.

Ignasi Montoliu

 

 

No hay comentarios: