4 de septiembre de 2009

¿Grandes Proyectos?

Un interesante artículo que nos hace reflexionar.
¿Quieres realizar cosas grandiosas? Deja de moverte tanto y piensa más por Laura Garcés Garmendia
Revista Mundo Natural » Desarrollo personal


Realizar cosas grandiosas en la vida no tiene nada que ver con andar con los pelos de punta, corriendo estresado de aquí para allá, sin tener tiempo para sentarse a comer, no tiene que ver con acabar agotado y con dolor de cabeza todos los días, maldiciendo el trabajo y desesperado, ni con tomar una pastilla para dormir porque tanto problema que te ronda por la cabeza no te deja conciliar un sueño pacifico, profundo y reparador.
No confundas: realizarte en la vida no significa que debes de sacrificar tu vida a cambio de largas horas de trabajo, desgaste y desesperación. No confundas, porque pudieses estar creyendo que hacer todo esto es hacer algo muy importante, y que las cosas realmente valiosas sólo se ganan así, con exagerado esfuerzo y grandes sacrificios. Pero nada más equivocado, las cosas grandiosas no tienen mucho que ver con esto, y si sigues con este estilo de vida podemos anticiparte que si bien logras sobrevivir ganando lo suficiente, quizá no llegues a conseguir todo lo que en verdad quieres, quizá nunca llegues a sentirte en verdad realizado, y además, no disfrutarás enteramente tu vida porque serás esclavo de la idea de que "las cosas grandiosas se logran así".
La realización grandiosa de algo no sólo significa moverse, sino saber como moverse, saber pensar tranquilamente y diseñar un plan, darse el tiempo de meditar, de reflexionar, considerar y pensar las cosas detalladamente.
Has de saber que las personas más sobresalientes e ingeniosas en esta vida han sido siempre capaces de detener sus ganas de moverse, su impulsividad por resolver las cosas, y han sabido darse momentos de tranquilidad para simplemente pensar.
En una agencia de publicidad de las más famosas del mundo, el director general llegaba temprano por la mañana, bien desayunado, y se encerraba unas tres horas no ha dormir, no, sino simplemente a pensar y a diseñar. Grandes escritores, pensadores, deportistas, filósofos, pintores, maestros y demás, siempre han tomado momentos especiales para pensar y diseñar su obra. Los momentos de quietud, destinados simplemente a pensar, son ingredientes que no faltan en la vida de los grandes.
Diseñar una vida grandiosa ciertamente requiere de este ingrediente esencial, necesitas pensar, y darte el tiempo para planear lo que quieres, considerando todos esos obstáculos y limitaciones que pudiese haber y valorando la forma más efectiva de cómo poder pasar a través de ellos. Ciertamente no todas las cosas en la vida deben de ser planeadas, pero si uno quiere en verdad lograr algo a la altura de sus anhelos más sinceros y profundos, lo más conveniente es armar un plan, pensar y meditar, moverse con una estrategia y aprovechar de una forma efectiva todo el tiempo que uno tiene.
Uno de los principales motivos de que sueños grandioso no lleguen a fructificar, se debe a que a la gente no le gusta pensar: lo más fácil es pretender que llegue alguien y nos resuelva las cosas, que nos guie, que nos de su consejo adecuado o ideas, dinero, apoyo y demás, para que entonces podamos seguir. Ciertamente hay quienes tienen más habilidad para pensar que para moverse a realizar las ideas, mientras hay quienes son más ágiles para poner en práctica las ideas. Sin embargo, si en verdad queremos realizar un proyecto grandioso en la vida, debemos volvernos tanto pensadores como actores de nuestras ideas. Si no nos volvemos ambas cosas, entonces lo más probable es que al final del día tendremos una lista larga de pretextos por los cuales no podemos ni podremos realizar lo que queremos. Una cosa es un obstáculo, otra muy diferente un pretexto.
Ahora bien. Hasta para pensar necesitamos cierto conocimiento y cierta actitud, porque si nos vamos a encerrar a pensar y a considerar formas de llevar a cabo nuestro plan, pero con una mente, digamos, pequeña, entonces aunque lo intentemos no lograremos crear ideas ni soluciones en verdad efectivas, y caeremos siempre en las mismas conclusiones, es decir, en los mismos resultados.
Para pensar de forma grandiosa, hay que empezar por permitirnos considerar todas las propuestas que nuestra mente nos de, no descartar ninguna "a primera vista", valorar todas las formas posibles aunque estas nos parezcan absurdas, no limitar a la mente y dejarla vagar un rato.
Muchas veces en nuestra mente hay soluciones grandiosas que descartamos rápidamente, y que nos hubiesen ahorrado mucho tiempo y esfuerzo si las hubiésemos valorado un poco más y nos hubiésemos atrevido a ponerlas en práctica. Quizá, por ejemplo, se descarte la idea de contratar a alguien a que nos ayude porque de inmediato la mente zanja la propuesta con el pensamiento limitado de "eso no se puede, no tengo dinero." Pero si escavamos un poco más en la idea, y si nos volvemos un poco arriesgados, pudiésemos estar logrando con esa idea la primera piedra de la construcción de lo grandioso.
Atreverse es otro factor importante en la cuestión de realizar grandes cosas. De nada sirve encerrarse a pensar y tener ideas grandiosas si no nos atrevemos a ellas. Muchas veces no nos atrevemos por que sentimos que ponemos en riesgo algo importante, ya sea buen trabajo o una buena relación, y aunque se "nos prenda el foco" seguimos actuando bajo un mismo pensamiento. Ciertamente tomar riesgos puede costarnos algunas cosas, sin embargo, hay que considerar que vivir sin un plan de realización personal puede hacernos caer en una vida muy plana y mecánica, vivir sin tomarnos el tiempo de meditar si en verdad estamos gozando con lo que hacemos, puede crear un destino sin encanto ni enamoro. A final de cuentas, el pensamiento no solo se nos dio para sobrevivir, sino para realizar lo que realmente nos hace sentir admirados de nosotros mismos.

No hay comentarios: