PREGUNTAS FRECUENTES:
I.- ¿Por qué es necesario realizar
refuerzos terapéuticos tras el borrado de memorias de sufrimiento y tratamiento N.A.U.?
Es notorio que la Tierra está en un
proceso de regeneración para su propia supervivencia y evolución. El cúmulo de
sus diferentes y extraordinarias maneras de convulsión nos lo ponen de
manifiesto: tsunamis, terremotos, huracanes, volcanes en erupción, derretimiento
de los glaciares, etc.
La energía electromagnética que
envuelve el planeta se renueva en una capa o rejilla de vibración más elevada,
quizás cristalina. El axioma “como es adentro es afuera”, nos recuerda que
todos los seres vivos deben y buscan adaptarse a un medio cambiante.
El ser humano, siendo copartícipe de
este fenómeno y habiendo adquirido pautas menos tóxicas en su vida según sea su
grado de madurez espiritual, se está beneficiando de haber solapado a su cuerpo
electromagnético un campo áurico cristalino que aunque empoderado gracias a la
toma de conciencia que le descubre que las cosas no son como son, sino como
somos; es todavía mermado a diario.
La ligereza que nos otorga a priori
el borrado de memorias de sufrimiento y kármico de nuestro eidosoma con sus
múltiples sensaciones beneficiosas, y mientras nuestro planeta no vaya logrando
en breve su propia fortaleza de esa nueva plataforma energética, es interesante
hacernos una sesión de repaso terapéutico sistemático entre 6 y 9 meses
(periodo que se irá prolongando hasta lograr una total independencia de
reparación energética), o según nos paute nuestra intuición.
El viajar en avión, las diferencias
energéticas del planeta, las bajas frecuencias como las formas de pensamiento
negativas, el estrés, la alimentación densa o las ya perpetuas ondas, como el
uso de la informática, nos aceleran y desajustan causando fisuras en nuestra
aura.
Cabe decir que los potenciales
latentes o las patologías adquiridas por esas memorias de sufrimiento, no se
eliminan realmente, sino que se neutralizan. Así, repasar el protocolo
eidosomático al unísono con la terapia N.A.U. (nivel azul ultravioleta) de
regeneración multidimensional nos aportará un renovado alivio y determinación
de nuestros objetivos de creatividad y alegría de vivir, al reencontrar y
fortalecer el contacto de nuestro campo cristalino con la cuadrícula cristalina
del planeta.
Es interesante entrenarnos
percibiendo de manera expresa qué nos hace subir de vibración emocional y ante
todo qué nos equilibra, para estirar nuestras cualidades frecuenciales hacia la
autorregulación y la nutrición mutua de los cuerpos cristalinos, donde el
premio es la calidad y fiabilidad de la intuición individual que nos hace
nuestros propios maestros.
Ignasi Montoliu –Naturópata y
sanador.
Precursor de la Terapia N.A.U.
Precursor de la Terapia N.A.U.