15 de diciembre de 2010

Regalo

Todos los días son un regalo, aunque la mayoría de esos días , estamos tan ocupados que ni les damos las gracias.

Todos los días amanecen con una caja llena de luces, me las imagino muy brillantes pero cada una de ellas es distinta, es única, es auténtica. Todas son preciosas.

Todos los días están repletos de señales, de guiños que nos hace el Universo. Una canción, una sonrisa, una palabra amable, un abrazo de un ser querido, un corazón que desea abrirse, una mano que se nos tiende, un escrito que nos emociona... 

Todos los días hemos de focalizarnos en esas pequeñas, grandes, cosas. Todos los días hemos de abrir esa caja y disfrutar de todas las luces, son únicas y brillan ese día. Si  no lo hacemos,  se apagan y la magia no puede existir.

Hoy he recibido ya un montón de regalos, luces extraordinariamente brillantes. Me he bañado en esa luz, la saboreo  y le  dedico la atención que se merece.  Ya no hay excusas que valgan, ya no hay más tiempo que perder, ya no podemos esquivar nuestra responsabilidad. ¡Basta de hacernos los sordos! ¡Basta de hacernos los ciegos!!!, ¡Basta de dar la espalda a lo que tenemos delante!!

Parémonos, disfrutemos, seamos conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor y  adentrémonos en nuestro interior . Como es adentro es afuera. 

Cuando tu interior sea un mar en calma, con olas de espuma brillante, bañado por el sol. Así será tu  mundo exterior.


Hoy en Tapas de Espiritualidad huele a Puro Olor a Incienso, un regalo siempre...